Una vivienda construida sin permiso de edificación se arriesga a importantes multas y sanciones económicas por parte de la Municipalidad, el Servicio de Impuestos Internos y el Juzgado de Policía Local, como contamos anteriormente.
Múltiples son los motivos para modificar nuestras viviendas y propiedades, desde algunas tan esenciales como agregar un dormitorio hasta otras más didácticas como la creación de una nueva sala de tv. En cualquiera de estos casos, según dicta la Ley General de Urbanismo y Construcción, todas las construcciones y ampliaciones deben realizarse previo permiso de la Dirección de Obra Municipal, de lo contrario se entra en una situación irregular.
Para resolver esto una vez que la edificación ya ha comenzado o ha sido terminada, se debe proceder a regularizar el permiso de edificación, es decir, actualizar la información de la propiedad en el archivo de la Municipalidad. En el intertanto, mientras la situación no se regularice, la misma normativa faculta tanto al Municipio, como a Impuestos Internos y el Juzgado de Policía Local a cursar multas y sanciones económicas al propietario, ya sea en recargo de derechos municipales que pueden llegar al doble o bien en el cobro retroactivo de contribuciones que pueden ser de hasta por un periodo de 3 años.
Por ejemplo, en el cuadro de arriba, mostramos un caso real, donde usted podría llegar a pagar en multas y sanciones casi 2,5 veces más al regularizar su edificación de manera tardía (columna roja), en relación a realizarla de manera temprana y oportuna con la asesoría profesional adecuada, como se muestra en la columna de color verde.
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